Disney, ecosistemas y las streaming wars.
Disney+ tiene el potencial de ser mucho más que una plataforma de streaming... pero depende de qué valor estratégico tendrá bajo la nueva dirección de la empresa del ratón.
Cuando llegó Disney+ al mundo de las Streaming Wars, la cosa se puso picante rápidamente.
No solo tenía monstruos en frente como Netflix, Amazon Prime o newcomers como Apple, sino que además debía encontrar la forma de generar valor para sus shareholders mientras mantenía la imagen de una marca de casi cien años de historia (y todo lo que ello conlleva)
Con cambios en su liderazgo (diciéndole adiós al gran Bob Iger), gente clave yéndose a TikTok y una pandemia encima, vale la pena entender su situación actual y sobre todo, hacer preguntas respecto al futuro de esta plataforma en las Streaming Wars.
Así que, comencemos hablando de su propiedad intelectual, su plataforma y el ecosistema, fantaseemos un pelín en el interín (con rima y todo) y luego vayamos a algunas preguntas para dejarnos pensando.
Be my guest ;)
Propiedad Intelectual
Su propiedad intelectual es gigante. Desde el 2015 hasta acá, Disney tiene los filmes más taquilleros del año. En la última década, 35 films superaron la barrera del billón. 19 son de Disney. 9 de los 10 mejores fines de semana de apertura son de la casa del ratón también. El modelo de negocios de Disney son sus personajes y el mythos que genera alrededor de ellos. El Universo Marvel es un Sistema Solar en la Vía Láctea que es Disney. Y no solo son películas: es merchandising, son cruceros, hoteles, aventuras, videojuegos… A nivel mundial, el 25,8% de la población tiene menos de 14 años, o sea que, 1 de cada 4 personas son potenciales clientes de la plataforma. Y convengamos que el contenido Disney tiene appeal para mucho más que los sub 14. Disney tiene un recurrent revenue stream de un IP inagotable. ¿Lo mejor? La casi inexistente fricción que le representa pasar esa IP a una nueva plataforma.El mundo pasó del “straight to video” a “straight to streaming”, o “streaming first al menos”. ¿Se acuerdan de la gran Roma-Netflix? Bueno, pero con toda la propiedad intelectual de Disney. El caso de Trolls World Tour lo demostró: No hace falta más estrenar cines. Es más, incluso podrían estrenar sus películas dentro de sus parques si así lo deseasen. Experiencias & all that stuff que le dicen. ¿Quién más puede ostentar esta posibilidad? ¿Se imaginan una película de Piratas del Caribe… estrenada en un crucero en el Caribe? Yo pagaría por eso, y te aseguro que más de una familia con kids lo hará también.
Es más, la gente ya gasta dinero en Disney en forma de home video. En US genera entre 2,6 y 3,0 mil millones de dólares al año. Sí. Home video. 3 mil millones de dólares. Eso sigue existiendo. Hoy en día el flujo “normal” de distribución es Cine > DVDs > Streaming. Con Disney+, esto cambia. Y ni hablar del COVID. Cine > Streaming > DVD parece el salto lógico. Si es que hay cine at all. La gente ya gasta una buena cantidad de plata en Disney, no le costaría nada hacer que pasen a gastar esa plata en su plataforma de streaming, donde además saldrían beneficiados. La gran Reed Hastings sería: pasar el revenue de los DVDs al streaming. ¿Por qué? Porque su plataforma no es el shitshow que se pensaba.
Plataforma
Su plataforma tiene asegurada mejoras en el tiempo. Ok, no van a tener todas las series copadas desde el vamos (ni Star Wars tampoco 😕), pero las irán recuperando con el tiempo. Y esto es una gran ventaja. Why? Porque probablemente todos los quarters vamos a tener cosas nuevas y muy buenas para esperar. Nada de esperar a ver si Maniac es buena o no (it’s not) o que nos recomiende alguien qué ver un algoritmo de la plataforma. ¿Querés contenido en medio de una pandemia mundial? Tomá Hamilton. Sí, necesitan tener grandes shows exclusivos para su plataforma, -y más si dan buenos resultados como The Mandalorian-, pero la realidad es que el catálogo y los filmes nuevos son más importantes de lo que puede parecer a primera vista.Lo que es aún más interesante respecto a la plataforma en sí es su aspecto tecnológico. No es que Disney+ de la nada decidió hacer una plataforma “a ver qué ondas”. Todo lo contrario de hecho.
Para desarrollar Disney+, la empresa del ratón adquirió a BAMTech, un spinoff de la división de streaming de la MLB nada menos, cuyo backend tecnológico se encuentra en HBONow, ESPN3 y la WWE Network entre otros. Es decir, que una cosa o dos saben al respecto,
Con el lanzamiento de ESPN+ (propiedad también de Disney), vemos la posibilidad que tiene tecnológicamente la plataforma de por ejemplo stremear en vivo a través de Disney+ shows de sus diferentes parques temáticos. No sería para nada descabellado pensar que en algún momento tengamos una pestaña dentro de la plataforma para ver en vivo rehearsals de shows, o incluso por qué no, programas en vivo desde algún hotel Disney. Al final de cuentas, eso es Disney hoy más que nunca: Un ecosistema gigante.Ecosistema.
Disney siempre fue un ecosistema, es como Walt Disney lo imaginó allá por 1957. Y todos los servicios de streaming se apalancaron en cosas previamente existentes (Netflix en sus suscriptores de DVDs, Amazon en Prime, Apple en el first year for free, etc). Disney tiene un MUNDO de cosas para apalancarse. Theme parks, merchandising, cruceros, etc., etc. Hablando de ecosistema. "The Walt Disney Company isn’t in the business of selling a video or toy. It is about selling stories and IP that capture value across every media category and countless individual SKUs.” LA oportunidad de Disney+ es potenciar al ecosistema con sus datos y darle mejores oportunidades de generar ganancias. Desde crear nuevos rides en sus theme parks a saber qué películas mandar straight to streaming o cuáles se transforman en merchandising. Disney+ puede ser mucho más que una plataforma de streaming para Disney.
Es potencialmente un supercharger para todo su negocio.
Porque no olvidemos que existe la posibilidad de crear combos con otras propiedades de Disney: Se espera por ejemplo algo con ESPN desde ya (de hecho, las raíces de la plataforma Disney+ se remontan a la MLB), y qué tal una suscripción en combo con los ebooks de Disney o sus comics? O descuentos para sus parques temáticos? Las posibilidades son infinitas. Y volvemos al punto del que hablaba al principio de esta lista.
Con este análisis, parece que ya ganó no solo el round uno -que, seamos sinceros, muchos pensábamos que no iba a pasar-, sino que tiene todo para ganarlo todo en un juego que es cada vez más un winner-takes-all.
Pero puede no ser tan así.
Quedan tres grandes preguntas respecto al futuro de Disney+: una de cultura interna, otra de cultura externa y una de estrategia.
Respecto a la cultura interna, la pregunta es simple:
¿Pondrá todas sus fichas Disney en la plataforma o será tibio respecto a su valor?
Que exista la chance no implica que se vaya actuar sobre ella. Recientemente vimos a Mixer intentar y fracasar en meterse en el mundo del streaming de juegos, ya que la cabeza de Microsoft estaba puesta más en otras apuestas que le representan mayores retornos en el corto y mediano plazo (en su caso, el negocio de cloud y de B2B apalancado por Teams y LinkedIn entre otros).
¿Será que Disney toma una actitud relajada o una visión a largo plazo y más agresiva con su plataforma?
Amazon viene produciendo contenido de calidad sin dudas, de Netflix mejor ni hablar, HBO tiene un caos de plataformas y aún así tiene The Sopranos o Sucession para alivianar esa carga y Apple tiene una facilidad de uso (menos de 5 taps para obtener su servicio + un año gratis con nuevos dispositivos iOS que ahora vienen más baratos) que hace que se requiera una estrategia ágil y agresiva para ganarse un espacio en este mundo de la streaming wars. Y la verdad que ser llamado el “Tim Cook de Bob Iger” no habla exactamente de un nuevo CEO especialmente inclinado a ese tipo de estrategia. Es más, la persona que mejor conocía la industria del streaming (y que fue vital en la creación de Disney+), se fue para TikTok después de haber sido pasado para el rol de CEO.
La otra pregunta tiene que ver con las personas.
¿Será que las personas realmente eligen a la plataforma?
Sí, los resultados de adquisición de usuarios vienen siendo esperanzadores de cara a las expectativas… pero es una adquisición impulsada porque todo el mundo está en sus casas.
Al final de cuentas no sería la primera vez que una empresa apuesta en grande al mundo del streaming sin ser lo suficientemente ágil y creativa y sufriendo las consecuencias de no entender realmente a las personas. Coff Coff Quibi Coff Coff.
Disney+ necesita crecer de una forma en la misma forma que Netflix lo hace: con un churn bajísimo del 11% y en lo posible seguir quitándole gente más allá de en USA.
La última pregunta con la que te quiero dejar tiene que ver con estrategia.
Un concepto clave de ella es saber a dónde uno se quiere dirigir.
Y es ese el mayor interrogante de cara a pensar el futuro de Disney+…
¿Cuál será el valor estratégico que le dará Disney a su plataforma de streaming?
¿Será acaso el de potenciador de su ecosistema, aprovechando todos los data points que puede obtener? ¿O el de una forma más de empujar su contenido por un nuevo canal con lo cual aumentar aún más sus ingresos por licencias en otras plataformas quienes se verían obligadas a pagar un premium por su IP?
Esa pregunta determinará el KPI que seguirá el liderazgo de Disney al pensar en su joven plataforma de streaming.
¿Irán por el Market Share? ¿Por cantidad de suscriptores donde Netflix les lleva ventaja de 3x, pero logrados en diez años de historia?
Sea lo que sea, deberá reflejarse en el valor de sus acciones que aún no regresa a los picos de noviembre del 2019, ya que se ven seriamente afectadas por el negocio de parques y experiencias que representan el 31% de su revenue.
¿Cuál será la jugada de Disney entonces?
Habrá que sentarse a esperar. Lo que sí sabemos es que tiene una gran oportunidad.
Porque sí, el mundo entero sabe lo que es Netflix & Chill: indudablemente la empresa de Reed Hastings logró entrar en la cultura…
Pero Disney es una parte primordial de la infancia de más de tres generaciones.
Y nunca hay que menospreciar el poder de la nostalgia al final de cuentas ¿no?
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